En el post anterior hablamos del estado simpático mantenido, del cortisol y de cómo ésta condición repercute a nuestra sensación de estrés o bienestar en el día a día.
Pues bien, igual que nuestro cuerpo se ha acostumbrado a segregar sustancias que activan el sistema nervioso simpático y el cortisol, podemos reeducarlo hacia el otro lado.
Lo lograremos acercándolo a prácticas y rutinas que reactivan el parasimpático y las sustancias de la felicidad fomentando que el organismo recupere/aumente su capacidad de experimentar el relax, el reposo, la reparación, el placer y el bienestar, y poder así lograr una experiencia vital más plena y gozosa.
¿CUÁLES SON ESTAS SUSTANCIAS DE LA FELICIDAD?
Estas sustancias tienen nombre y seguro que ya las has oído nombrar alguna vez:
- Serotonina, es la llamada hormona de la felicidad, entre otras funciones regula el apetito, el deseo sexual, los ciclos de sueño y vigilia, las emociones y la temperatura del cuerpo. La SEROTONINA es el antidepresivo natural. Se la conoce como la hormona de la felicidad, ya que cuando aumentan sus niveles en los circuitos neuronales genera sensaciones de bienestar, relajación, satisfacción y aumenta la concentración y la autoestima. La falta de ella puede generar estados de ansiedad fácilmente.
- Dopamina. Es la hormona del placer y de la recompensa, estimula la repetición de experiencias placenteras y su desequilibrio está muy relacionado con las adicciones: azúcar, sal, estimulantes… y otros elementos adictivos como las drogas, alcohol, apuestas, porno, pantallas y cualquier otro mecanismo que fomente la gratificación instantánea como las redes sociales. ( Más adelante subiré un artículo al respecto)
La dopamina proporciona una sensación de seguridad, alivia las emociones angustiosas y calma el estrés cardiovascular.
- Endorfina. Estimula zonas del cerebro donde se crean emociones positivas y placenteras.. La liberación de esta sustancia, permite generar sensación de bienestar y calma, reaccionar y enfrentar situaciones estresantes o dolorosas de forma equilibrada.
- Oxitocina. Más conocida como la hormona del amor, nos ayuda a experimentar bienestar, placer y afectividad, además mejora nuestro estado anímico y por consiguiente nuestra relación con nosotros mismos y con los demás. Debido a esto, una falta de oxitocina puede acarrear la predisposición de la persona a la depresión o la falta de empatía, además de afectar a sus relaciones sociales.
Reír, pasar tiempo con nuestros seres queridos, tener relaciones sexuales, meditar, tocar a nuestra mascota, dar abrazos, llorar o ser generoso son algunos de los métodos naturales que nos ayudarán a producir más oxitocina.
Todas estas sustancias las crea nuestro cuerpo de forma natural en su laboratorio, pero a veces quedan inhibidas por hábitos nocivos, un ‘laboratorio’ en malas condiciones, el propio exceso de cortisol… Debemos reeducar al cuerpo para que las produzca de nuevo poniendo todo en orden y potenciando su producción de manera natural.
¿CÓMO LO HACEMOS?
a través de:
Alimentación (realizando un plan nutricional personalizado y que aporte los nutrientes que necesita el sistema nervioso de cada individuo para estar en plenas condiciones)
Suplementación para ese ‘laboratorio’ (regulando la flora intestinal/mucosas digestivas) Puedes ver más información en este artículo y en este artículo
Revisión/modificación de hábitos (sueño, patrones respiratorios, mindset)
Cuerpo físico (ejercicio, contacto, técnicas terapéuticas corporales como el Shiatsu o la Reflexología)
Espero y deseo que estos artículos te ayuden sea cual sea el momento personal en el que te encuentras.
Si sientes que estás en un momento en el que te vendría bien un poco de ayuda, sigue leyendo
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